Un reconocido experto a nivel mundial especializado en la búsqueda de la felicidad, ofrece las claves para encontrarla y sentirnos plenos en la vida. Y son muchísimo más sencillas de lo que piensas
La búsqueda de la felicidad es uno de los objetivos de todos los seres humanos, pero encontrar el camino hacia ella no es tarea sencilla. ¿O sí? Dejando al margen el eterno debate sobre lo que realmente significa ser feliz, lo cierto es que numerosos estudios destacan que realizando pequeños actos en nuestro día a día podemos mejorar nuestro estado de ánimo y el de los que nos rodean disfrutando mucho más de la vida.
Eric Barker recoge en Time siete sencillos impulsores de la felicidad que el investigador de la Universidad de Harvard Shawn Acor analiza en su libro The Happiness Advantage (Crown Business) y que son mucho más sencillos de realizar de lo que imaginas.
“Cada una de las actividades que propongo no sólo impulsan rápidamente emociones positivas, ayudan a mejorar nuestro rendimiento y a centrarnos en el momento. Si se realizan habitualmente, se ha demostrado que ayudan a incrementar nuestra felicidad”, explica uno de los principales expertos del mundo en el impulso de la conexión entre la felicidad y el éxito. Un dos por uno, si tú sonríes a la vida, ésta te sonreirá a ti (al menos, a nivel profesional).
Se le ve muy feliz, pero no es por la pasta. Es que hace estas seis cosas a diario. (Corbis)Se le ve muy feliz, pero no es por la pasta. Es que hace estas seis cosas a diario. (Corbis)
1. Meditar
Sólo con tomarse cinco minutos cada día para hacer ejercicios de respiración y meditación, aumentan los niveles de felicidad, se reduce el estrés e incluso se mejora el sistema inmune. “Si su mente se encuentra a la deriva, meditar le ayudará a volver a centrarse”, explica el investigador en su libro. En su opinión, pese a que requiere de cierta práctica y es importante aprender a hacerlo bien, “la meditación es una de las más poderosas herramientas para impulsar la felicidad. Los estudios demuestran que en los minutos inmediatamente posteriores a haber meditado, experimentamos sentimientos de calma y satisfacción”.
2. Tener algún plan a medio plazo
Un reciente estudio demostró que sólo con tener presente ir a ver su película preferida en los siguientes días, las personas elevaban sus niveles de endorfinas en un 27%. “A menudo, la parte más agradable de una actividad es la anticipación a la misma”, explica Acor. Ya sean las vacaciones de verano o salir de fiesta con amigos, tener un plan en el calendario, incluso si es a un mes o un año vista, y recordar que este está previsto en el tiempo, ayuda a mejorar nuestra positividad y a ser más felices.
3. Ser amable
El autor no se refiere a ser simpático como parte de tu personalidad sino a realizar actos de amabilidad siendo conscientes de ellos. “Una larga línea de investigación empírica, incluyendo un estudio de más de 2.000 personas, ha demostrado que los actos de altruismo que ayuden de algún modo a conocidos y extraños reducen la tensión y contribuyen a fortalecer nuestra salud mental”, comenta el experto en felicidad.
Ains, salir a tomar el café fuera con mi mantita de croché me hace súper feliz. (Corbis)Ains, salir a tomar el café fuera con mi mantita de croché me hace súper feliz. (Corbis)
4. Disfrutar de minutos de tiempo libre
Sacar algo de tiempo para dar un paseo y tomar el aire es de las cosas más sencillas y reconfortantes que podemos hacer para ser felices, y la ciencia lo respalda. “Un reciente estudio encontró que pasar 20 minutos fuera disfrutando del buen tiempo no sólo impulsa un estado de ánimo positivo sino que además mejora nuestra capacidad de memoria y concentración en el trabajo. Enfrentarse a una larga jornada de trabajo sentado durante horas en una silla no resulta de lo más apetecible, pero si simplemente aprovechas la hora de comer para salir y caminar un poco notarás la diferencia en tu estado de ánimo.
5. Hacer algo de ejercicio
Una investigación expuso a tres grupos de personas a tratamientos para mejorar su grado de felicidad: uno fue tratado con medicación, otro con fármacos y ejercicio y otro únicamente realizó algún deporte. Tras dos meses de análisis, todos los participantes mostraban unos índices de positividad similares, ya fuesen del grupo de los que se dedicaron a hacer ejercicio o los que tomaban antidepresivos.
Los estudios demuestran que en los minutos inmediatamente posteriores a haber meditado experimentamos sentimientos de calma
No sólo eso. Los grupos fueron analizados seis meses después para evaluar su tasa de recaída: “el 38% de los que habían tomado medicación había vuelto a caer en la depresión mientras que los que estaban en el grupo de combinación tuvieron una tasa de recaída del 31%. La mayor sorpresa, sin embargo, vino del grupo de los que solo hacían ejercicio: su tasa de recaída apenas representó un 9%”, explica Acor.
6. Gastar dinero (pero no en cosas materiales)
El experto se remite a diferentes estudios en los que se ha analizado qué tipo de gastos económicos nos producen un mayor nivel de satisfacción personal, y, aunque creas que deseas con todas tus ganas gastarte medio sueldo en el nuevo modelo de iPhone, te equivocas.
“Cuando los investigadores entrevistaron a más de 150 personas sobre sus compras recientes, encontraron que el dinero gastado en actividades tales como ir a conciertos o cenas de grupo se había percibido como un gasto más placentero que el desembolsado en zapatos, televisores o relojes caros”, comenta Acor.
Parece que podemos hablar de que el dinero da la felicidad, pero si se comparte con los demás. El conocido como gasto social también nos ayuda a ser más felices. No seas tacaño e invita a tu compañero de trabajo a un café, así de paso saldréis a caminar.
Fuente del Artículo: elconfidencial.com