Año nuevo y ya pensando en nuevas actividades,
dinámicas, para organizar, facilitar y moderar el trabajo en grupo, en
colaboración. Una de estas dinámicas y actividades es el sociograma y en este
post tan sólo presentamos el concepto, finalidad/utilidad. Más adelante,
abordaremos aspectos de procedimiento, herramienta, explotación y
representación gráfica de los resultados.
¿Qué es el sociograma?
Si utilizáramos un lenguaje propio de nuestra
época le diríamos el mapa de nuestras relaciones y redes sociales y
profesionales o networking map pero siempre se le ha llamado así; sociograma.
El sociograma no es más que una técnica de
análisis de datos que concentra su atención en la forma en que se establecen
los vínculos sociales dentro de un grupo cualquiera. Permite medir las
relaciones sociales entre los integrantes de un grupo humano, donde sus
elementos se conocen, poseen objetivos en común y se influyen mutuamente.
Y nos presenta un gráfico que logra explicar
los lazos de influencia y preferencia que existen en un conjunto de personas.
Se obtiene mediante la observación y la contextualización.
Un vínculo social es un conjunto de relaciones sociales
que se establecen entre dos o más individuos, que en conjunto, da como
resultado un grupo de interacción social, es decir, cuando varios miembros
establecen vínculos sociales entre ellos, formando un pequeño grupo social, y
el lugar específico que ocupa un miembro ya sea en relación al grupo de
interacción o al grupo en general se le conoce como posición social.
De esta manera, al aplicar un sociograma en un
grupo de trabajo, el facilitador o el piloto del grupo puede tener conocimiento
de la forma en que el grupo se relaciona socialmente entre sí, así como los
beneficios y las repercusiones que esta interacción tiene en cada uno de las
personas de manera individual. Esto es de gran utilidad en el trabajo dentro
del grupo, ya que muchas veces el grado de integración de una persona influye directamente
en su rendimiento.
¿Para qué nos sirve el sociograma? Como
resultado de la aplicación de sociogramas, el facilitador o el piloto de un
grupo de trabajo le permite:
Tener una visión global de la estructura del
grupo. Su grado de cohesión puede calcularse mediante algunos índices
sociométricos.
Señalar la posición relativa de cada uno de los
miembros del grupo. Se obtiene el status sociométrico, el índice de
extroversión y el de popularidad de cada sujeto del grupo. Se pueden construir
sociogramas parciales de cada persona.
Tener una visión de la estructura de los
subgrupos existentes.
Hacer un estudio del "líder",
"integrado", "marginado", "aislado", o
"rechazado". Se pueden estudiar las cualidades que atraen y las que
son rechazadas.
Observar cómo se toman las decisiones.
¿Y cómo se construye un sociograma en la
empresa?
A través de una perspectiva de función
"traduciríamos" el organigrama de una organización en un sistema de
interrelaciones para representar su posición en la red en función del puesto de
trabajo.
Si la finalidad de un sociograma es identificar
el tipo de interrelaciones que existen en una empresa (o un grupo de trabajo)
antes deberíamos definir qué se entiende por relación profesional en un grupo
de trabajo, cómo identificamos una relación profesional y cuáles son los
indicadores que permiten asegurar una relación.
A partir de aquí debemos construir nuestro
proceso de recopilación de información; por ejemplo, un cuestionario. ¿Qué tipo
de preguntas podrían estar presentes en el cuestionario?
¿Con quién hablo para tratar de aspectos
profesionales delicados/difíciles en mi organización?
¿A quién le pido consejo para asuntos de
trabajo?
¿De quién necesito algún
"input"/entrada/información para ejecutar mi actividad profesional?
¿Con quién pienso que debo interactuar para
realizar mejor (de manera más efectiva) mi actividad/tarea asignada?
¿Con quién hablo para tomar una decisión
relevante en mi ámbito de responsabilidad?
Un encuentro, una solución
Fuente del artículo: myadriapolis
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