La mayoría de las personas nos dan consejos con la mejor de las intenciones, y sí esa persona es un ser querido, entonces no dudamos en seguirlos a la primera de cambio.
Por: SUSANA HIDALGO
El problema es que no siempre recibimos consejos desinteresados. A veces los consejos están guiados por los celos o simplemente por el deseo de que nos desviemos en la dirección que a esa persona le interesa, y no a nosotros. O simplemente nos dan un consejo que a ellos si les ha venido bien, pero que no tiene porqué hacerlo con nosotros.
Si vas a seguir un consejo, es importante establecer unos límites. Es mejor que seas claro, y dejes claro el tipo de feedback que estás dispuesto a recibir, y también el que no. Los consejos que empiezan con la frase “En mi experiencia…” son los más tranquilizantes, ya que sabes que esa persona te habla desde sus vivencias.
Ten en cuenta que cada persona tiene sus propios intereses, y si pides consejo a alguien que tiene tendencia a envidiarte, la reacción psicológica de esa persona será ir en tu contra. Si necesitas guía, busca siempre a alguien de tu confianza.
Es maravilloso tener a alguien que nos guíe y a quien respetamos, pero piénsalo bien, a veces el éxito viene determinado por las situaciones a las que decimos “no”. Despeja tu mente y aclara tus emociones. Si tienes un mal presentimiento no sigas ese consejo. Confía en que eres capaz de tomar una buena decisión por ti mismo.
Es importante rodearse de personas que no te digan siempre “si”, son las personas que te aportarán los consejos más realistas. Son las personas que te proponen desafíos.
Fuente del Artículo:forbes.es
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