martes, 24 de julio de 2018

5 señales de que laboras en un pésimo lugar de trabajo

Por CNN

 15:33 ET (19:33 GMT) 13 agosto, 2017


No siempre es sencillo descubrir un mal lugar de trabajo cuando tomas un empleo, pero debería ser bastante rápido una vez que estás a bordo. 

Eso desgraciadamente significa que solo te darás cuenta de tu error hasta que esté hecho. Pero no todo está perdido.

Piensa en un empleo en un mal lugar de trabajo como el medio para lograr un fin. Puede que no sea la situación en la que quieras involucrarte, pero la experiencia que ganes cuenta. También es importante recordar que no porque muchos, sino es que la mayoría de los trabajadores han tenido una mala experiencia en alguna compañía, eso te pasará a ti también.

Pero, como dicen, si camina como pato y habla como pato, regularmente es un pato. Aquí hay cinco señales, y cuando más de una ocurre en algún lugar de trabajo, eso indica que la compañía no es el mejor lugar para trabajar.


La rotación de personal es alta

Si la compañía cambia de empleados rápidamente eso generalmente es una señal de que la gente no quiere trabajar ahí. Como regla, si el empleado promedio se queda menos de un año, eso debería ser una advertencia. Además, cuando un negocio tiene pocos empleados de mucho tiempo por debajo de los niveles superiores, esa es una señal importante de que no es un gran lugar para trabajar.

Temor al jefe

Hay una diferencia entre tener un sano temor al jefe o jefa y que realmente te asuste. Si los empleados están realmente preocupados de que cualquier pequeñez pueda hacer enfurecer al jefe, esa es una mala señal de una compañía. También deberías tomar nota de los compañeros que temen ser despedidos por fallas menores o incluso errores de rutina.

Todo el mundo se va a su hora

En una buena compañía, los empleados llegan temprano y no están desesperados por irse a su hora. Incluso en una situación en la que los empleados checan una tarjeta y su salario es por hora, si les gusta el trabajo, ellos no hacen un esfuerzo especial para estar presentes solo el mínimo tiempo requerido.  Que la gente trabaje solo sus horas es aún una alarma mayor en el caso de empresas que pagan un salario anual.


Los compañeros no socializan entre ellos

La gente feliz le habla a otros. Aunque las horas de trabajo sean solo negocios, una buena oficina tiene a trabajadores que platican durante la hora del café o en el almuerzo. Si los empleados se la pasan solos y apenas intercambian algún comentario, es probablemente porque no disfrutan trabajar ahí. No todos necesitan ser amigos ni salir después del trabajo, pero una oficina llena de gente que trata como extraños a los otros ciertamente califica como una mal lugar de trabajo.

Todo es pedir, sin dar

Si un empleo regularmente te pide dar más pero no ofrece nada a cambio, probablemente elegiste un mal lugar para trabajar. No se trata de dar y recibir por norma, pero debería ocurrir de forma razonable. Por ejemplo, si tu jefe regularmente te pide quedarte hasta tarde para terminar tu trabajo, pero no te deja salir temprano cada cuando por razones legítimas, entonces probablemente estás en un mal lugar de trabajo. Lo mismo ocurre cuando se trata de trabajar los fines de semana o se te pide ser flexible, pero no se te ofrece flexibilidad de vuelta.

Fuente del Artículo:cnnespanol.cnn.com

3 voces en tu mente que te ayudarán a alcanzar tus objetivos



Nadie nos enseña cómo continuar en el camino cuando los objetivos se ven frustrados; cuando eso pasa, surgen una serie de voces. Aquí te decimos cómo dominarlas.

Por . Marcela Hernández

25-08-2017, 12:21:16 PM

voces

Nos han enseñado que los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que además deben de realizarse en un tiempo determinado. Sin embargo, nadie nos enseña cómo continuar en el camino cuando los objetivos se ven frustrados o cuando éstos cambian radicalmente por circunstancias ajenas a nuestra voluntad.

Más allá de hacer un buen planteamiento de nuestros objetivos, de la claridad con la que los observemos y del grado de intención que les imprimamos, es indispensable que contemos con diversos recursos – tanto internos como externos – para hacer frente a las posibles contingencias que surjan.

Es por eso que te propongo que fomentes 3 voces que te hablen en los momentos más difíciles y que no te permitan desviarte de lo más importante: tus objetivos.

1. La Voz Confrontadora
Es fácil que en medio de un fracaso o un conflicto le demos rienda suelta a la imaginación o cómo le llamaba Santa Teresa: “la loca de la casa”. Probablemente nuestro dolor, frustración o estrés ante la situación nos lleve a pensamientos compulsivos sobre lo que hicimos mal, o bien que nos instalemos en el papel de la víctima.

En nuestra mente hay una voz que insiste en recordarnos todo lo malo de la situación, de los demás y de nosotros mismos, sí la escuchamos y le damos la autoridad puede alejarnos aún más de nuestras metas. La mejor forma de contrarrestarla es la voz que cuestiona nuestros pensamientos y creencias, aquella que nos exige evidencias por encima de los juicios, la que nos recuerda que en una misma situación siempre hay múltiples perspectivas y que no necesariamente la nuestra es la correcta, por lo menos no es la única valida o verdadera.

2. La Voz Porrista
No se trata de inscribirte al club de los optimistas, sino de contar con esa voz que te habla en segunda persona, aunque se trate de ti mismo. Aquella que te permite verte de forma objetiva y que te recuerda quién eres, cuáles son tus valores, cualidades, talentos y capacidades.

Si te parece complicado hablarte a ti mismo en segunda persona, puedes buscar la imagen de alguien importante para ti, alguien que te quiere o a quien tu admires, e imaginar que es justo esa persona quien te habla y te brinda mensajes que te motivarán para seguir adelante y adquirir mayor fuerza.

3. La Voz Consoladora
Muchas veces, a pesar de todos nuestros esfuerzos, las cosas simplemente salen mal. El fracaso, las pérdidas, el dolor y el sufrimiento son inevitables en la vida de un ser humano. Todo aquello que nos pasa y que está fuera de nuestro control puede tener un impacto altamente negativo en nuestra vida. Dependerá de lo dispuestos que estemos a sacar lo mejor de dichas situaciones.

Obviamente se dice fácil, pero la realidad es que no lo es, sólo el que sufre la situación sabe lo complicado que le está resultando superarla. Es por eso que lejos de victimizarte es necesario que tengas una voz en ti mismo para consolarte, para decirte: “está bien, fallaste o te fallaron, pero eso no te quita valor ni voluntad”. Una voz que te abrace y seque tus lágrimas, pero que te anime a moverte y a no quedarte a vivir en tu dolor.

Nosotros somos los únicos responsables de producir la historia de nuestra vida y aunque hay muchos capítulos que ya están escritos y que no dependen cien por ciento de nosotros, seguimos siendo responsables de escribir el desenlace. En nuestras manos está convertirla en una tragedia o en una historia de cambio y aprendizaje.

Tomando esta misma analogía, te sugiero que le hagas “casting” a tus voces internas, sobre todo en los momentos difíciles, para que elijas cuáles de ellas te funcionan y acercan a tus metas y cuáles de ellas te alejan y te hacen sufrir más de lo necesario.

Fuente del Artículo:altonivel.com.mx