sábado, 11 de enero de 2020

Los tres pasos para cambiar una emoción que no te gusta



Lo que nos despierta una emoción no es el hecho en sí, sino la interpretación que hagamos del mismo


Un mal recuerdo, un error, una preocupación… seguro que tienes alguna emoción que no te gusta demasiado y que te encantaría cambiar. Veamos un sencillo método que puede ayudarte, el PRP.

Los tres pasos para cambiar una emoción que no te gusta
IRENKA BARUD
El PRP parte de un idea clave: lo que nos despierta una emoción no es el hecho en sí, sino la interpretación que hagamos del mismo. Eso explica por qué dos personas reaccionan de manera bien distinta ante un mismo acontecimiento como, por ejemplo, suspender un examen, un fracaso amoroso o un error en un proyecto. Uno puede estar machacándose durante un tiempo inmemorable mientras que otro, sin embargo, lo considera un aprendizaje y pasa página. Por ello, si somos capaces de reinterpretar una experiencia que no nos hace demasiada gracia, podremos encajarla mejor y recordarla de un modo más saludable. Y esto es lo que busca el método PRP, el cual fue impulsado por la psicología cognitiva y que Tal Ben-Shahar recoge en su libro “La búsqueda de la felicidad”. Veamos con algo de detalle las tres fases de las que consta: Permiso-Reconstruir-Perspectiva. 
Darse Permiso para aceptar lo ocurrido: Es el primer paso para integrar algo. Si nos empeñamos en negarlo (tipo, “no me pasa nada”) o en culpar al mundo de lo que nos ocurre (“pobrecito de mí”), no conseguiremos salir de dicha emoción. ¿Qué ayuda a aceptarlo? Dejarnos de excusas, asumir que nos equivocamos o, como dice Ben-Shahar, darnos permiso para ser humanos. A veces el problema surge porque no somos capaces de reconocer una emoción. Podemos tener miedo, tristeza o enfado y no saber qué palabras ponerle. Para ello, es útil hablarlo aunque no seamos precisos, escribirlo o, al menos, experimentarlo físicamente a través de preguntas, como ¿qué sensaciones me genera?
Reconstruir lo vivido: Una vez que se ha aceptado, se puede reconstruir, es decir, darle una interpretación más positiva. El objetivo es dejar de considerarlo como un problema, un marrón… y contemplarlo como un desafío que te invita a dar lo mejor de ti mismo. Lo que ayuda en este punto es comenzar a hacerse nuevas preguntas: ¿Qué puedo aprender de todo ello? ¿Qué beneficio me aporta? También es interesante contar con alguien que te ayude a ser un buen frontón, no que te refuerce en la espiral de mal rollo, sino que te dé un enfoque diferente, más amplio.
Tomar perspectiva: El último apartado consiste en relativizar la experiencia para no ahogarse en un vaso de agua. Un suspenso se puede vivir como un drama, pero en perspectiva no significa tanto. Al igual que sucede con un error en una presentación en público. La regla 10-10-10 ayuda a conseguirlo, porque nos obliga a contemplar el impacto de lo sucedido en los próximos 10 minutos, 10 meses o 10 años. Cuando tenemos el músculo entrenado para tomar perspectiva, nos damos cuenta de que las cosas que nos dañan son solo una parte y que tenemos muchas otras cosas positivas que agradecer.
En definitiva, el método PRP ayuda a transformar emociones y eso se logra si somos capaces de aceptarlas, contemplarlas de un modo más amable y tomar perspectiva para relativizarlas en su justa medida. De este modo conseguiremos que una mala experiencia se convierta en un aprendizaje útil para el futuro.
Fuente del Artículo:elpais.com

12 tips para mejorar tus habilidades de comunicación




Tener un diálogo claro y conciso es una habilidad que requiere práctica y OCCEducación explica 12 formas para lograrlo.

Aprender a .comunicarse de manera correcta, clara y precisa es una habilidad indispensable para nuestra vida profesional.
Independientemente de la industria a la que nos dediquemos, contar con. habilidades de comunicación nos abre puertas, nos permite relacionarnos mejor con la gente a nuestro alrededor y nos da acceso a mejores empleos. También ayuda a que resolvamos problemas, demos a conocer nuestras ideas y proyectemos una buena imagen profesional.
Si piensas que la comunicación es una de las áreas en las que tienes que trabajar para alcanzar el éxito, sigue leyendo y descubre cómo mejorar.

1. Haz contacto visual

.Mirar a los ojos a una persona es la manera más segura y eficaz de transmitir confianza. Sin palabras, seremos capaces de decirle a nuestro interlocutor que nos interesa lo que nos dice y que estamos escuchando de manera atenta.

2. Gesticula

De acuerdo con especialistas el .90% de la comunicación que transmitimos no es verbal, sino gestual. Nuestros .movimientos corporales comunican mucho más de lo que pensamos, incluso de manera inconsciente.
En ocasiones un gesto puede persuadir, convencer y crear confianza mucho más que un discurso elaborado.. Obsérvate y practica.

3. Ve al grano

Dominar la comunicación no significa hablar mucho, hacer presentaciones interminables o mandar largos mensajes por correo. Enfócate en ser claro en tus ideas y elimina el relleno para transmitir mensajes precisos.

4. Escucha antes de hablar

Un buen comunicador es siempre un buen escucha. Quien sabe escuchar no pierde información, hace preguntas oportunas y comprende a su interlocutor. .Aprende a escuchar atentamente al reclutador en la entrevista, a tu equipo de trabajo y a tus colegas.

5. Atrévete a preguntar

Una gran barrera de la comunicación es el malentendido. La mayoría de la gente evita hacer preguntas por miedo al ridículo, sin embargo, ser capaz de expresar abiertamente tus dudas y admitir cuando no comprendimos una idea nos permite lograr un .mejor entendimiento.

6. Lee

Leer de manera regular mejora nuestra comunicación oral y escrita. Ayuda a tener una mejor ortografía y amplía nuestro vocabulario. Lee diariamente noticias e información relevante en tu industria y además tendrás temas de conversación para establecer contactos y conocer gente nueva.

7. Confía en ti

Cuando fortaleces la seguridad en ti mismo se nota. Para ser convincentes y .generar confianza en otros primero necesitas creer en tu capacidad y habilidades. Trabaja en ello.

8. Elige el medio correcto

¿Tu medio de comunicación siempre es el correo electrónico? Quizá obtendrías mucho más de algunas personas si te acercaras a platicar de manera personal. Utiliza tu percepción para acercarte a la gente de la manera correcta, en ocasiones una llamada puede ser más personal y efectiva que un correo. Usa tu percepción para identificar cuál es el canal más conveniente para cada individuo.

9. Sé profesional

Utilizar un lenguaje casual durante la hora de comida, en compañía de tus colegas, no es ningún crimen. Sin embargo, es importante que identifiques los momentos en los que tu lenguaje debe ser claro y formal.

10. Actúa como un espejo

Vickie Austin, fundadora de la empresa de asesoría profesional CHOICES Worldwide, recomienda utilizar una técnica de comunicación denominada ‘mirrioring’.
Consiste en observar el lenguaje corporal de nuestro interlocutor e imitarlo de manera sutil. Por ejemplo, si la otra persona afirma con la cabeza, hacer lo mismo segundos después. Con esta práctica es posible hacer sentir más cómoda y abierta a la otra persona y podemos obtener mayor empatía de su parte.

11. Grábate

Es una excelente alternativa antes de una entrevista o presentación. Al escuchar tu propio discurso podrás identificar si éste es fluido y claro. También puedes pedir a otros que lo escuchen y que te den su punto de vista.

12. No interrumpas

Evita completar el discurso de otros con tus propias ideas o desviar el tema de una conversación. Permite que las otras personas comuniquen sus ideas sin interrumpir y después expresa tus dudas o comentarios.
Fuente del Artículo:www.altonivel.com.mx

Ser sociable vale más que un máster


habilidades sociales




Las habilidades sociales deberían ser las características más valoradas por las empresas. Estas no se tienen tan en cuenta en el momento de contratación, pero acaban siendo un factor definitivo. Así lo expuso el director de Galp para España, Nuno Moreira, en la ponencia Women In Business organizada la semana pasada por Cuatrecasas. “El 90% de las contrataciones se hacen por coeficiente intelectual. Sin embargo, en prácticamente todos los despidos, lo que cuenta es la actitud”, desarrolló el directivo. Un dato que invita a apreciar antes estas cualidades.
Las conocidas como soft skills son un valor en auge, y cada vez con mayor frecuencia, se tienen más en cuenta que la universidad donde se haya estudiado. La vicepresidenta de Microsoft para EMEA, María Garaña, apoyó esta tendencia con su propia experiencia: “He conocido a mucha gente con títulos que me ha impactado menos que gente sin títulos”. Si bien la formación es cada vez más importante, las habilidades sociales se consideran un elemento clave para el desarrollo profesional. “Incluso en el mundo de la tecnología, donde la capacidad técnica es clave, la diferencia entre hacerlo bien o mal radica cada vez más en las llamadas soft skills”, sentenció la directiva de Microsoft. Criticó que muchos de los ingenieros con los que trabaja “están muy acostumbrados a tratar entre ellos de forma muy técnica, pero no a comunicarse bien con los clientes”. Una cualidad que consideró muy necesaria, pues “cuando la gente va a comprar no quiere escuchar las características, sino que le expliquen para qué sirve”, ilustró Garaña.
Las empresas empiezan a ser conscientes de lo necesarias que son estas cualidades y las buscan en sus nuevas contrataciones. El director general de Cuatrecasas, Jorge Badía, aludió a varios informes, de los que se concluye que el “el 52% de los empleos actuales requieren de ciertas destrezas y habilidades sociales”. Una tendencia en auge, pues como también expuso el directivo, “está previsto que en 2020, estas competencias sean las más buscadas por las empresas”.
La capacidad de comunicación se encuentra en la cúspide de la pirámide. En este sentido, el director de Galp para España, Nuno Moreira, apuntó que lo más importante es saber conectar con todo el mundo y ser capaz de contar bien las cosas a gente con perfiles muy diferentes. Un planteamiento que ha cambiado la forma de funcionar de las propias compañías. La directora de soluciones cognitivas de IBM para el sur de Europa, Carmen García, subrayó que “el nuevo marketing es sobre la gente, lo que conecta a las personas es tener una idea en común”. La directiva planteó que las humanidades pueden desembocar en una nueva forma de acercarse a los problemas.
Ante esta nueva forma de buscar empatizar con los consumidores, las mujeres juegan un papel fundamental. La socia fundadora de Seaya Ventures, Beatriz González, hizo hincapié en que si “las mujeres son las que más decisiones de compra toman, también deberían estar en las empresas, porque saben qué y cómo tienen que ser las cosas”.
La directiva era, hasta el año pasado, la única mujer en estar al frente de un fondo de capital riesgo en España, algo que ahora comparte con la presidenta de Adigital Carina Szpilka, que fundó K Fund Venture Capital. Según el IESE, solo el 10% de los inversores en startups son mujeres, de hecho, la escuela de negocios ha lanzado un programa específico con el objetivo de intentar nivelar estos porcentajes. La socia fundadora de Seaya Ventures tiene muy claro la importancia de las habilidades sociales: “Yo puedo tener mis teorías sobre inversión, pero al final, en lo que se pone el dinero es en las personas”, explicó convencida. En este sentido, cree que las mujeres se encuentran en desventaja en un primer momento, “pues los emprendedores suelen ser hombres, y al principio, cuesta más conectar con ellos porque tendemos a tener prejuicios y nos gusta trabajar con gente parecida a nosotros”. Si bien también admitió que, tras varios meses, agradecen trabajar con alguien que aporte un punto de vista diferente. Para Beatriz González, “la buena actitud es lo que hace que los consumidores confíen y elijan una cosa u otra”. Cree que esta es la razón del éxito de Cabify, una de las startups en las que ha invertido, frente a Uber en España.
Las habilidades sociales también repercuten de forma muy positiva en el desarrollo del negocio, como recordó la socia de Cuatrecasas Mariana Norton. Es el caso del operador MásMóvil. Su consejero delegado, Meinrad Spenger, confesó que siempre había desconfiado sobre los beneficios de estas aptitudes, pero que, con la práctica, ha advertido que “aplicar la cultura empresarial es clave para que la gente se sienta cómoda en su trabajo”. Para él, ese es el secreto de que no existan los conflictos laborales entre sus empleados y de que sean la compañía telefónica que más está creciendo.
Por su parte, Nuno Moreira señaló la inteligencia emocional como la competencia más deseable. Para el director de Galp para España se trata de “la clave del éxito y es mucho más importante que el coeficiente intelectual”. Además, acompañó su ponencia de varios estudios de expertos en la materia que consideran que las mujeres tienden a tener más inteligencia emocional que los hombres. Una cualidad que considera vital entre los directivos y que, insistió, le hace preguntarse por qué no hay más mujeres en puestos de responsabilidad.
Fuente del Articulo:cincodias.elpais.com