Psicóloga
Son muchas las personas que se instalan y acomodan en su zona confort. Zona en la que se encuentran seguros, nos ahorra muchas preocupaciones por que todo lo controlan y nada se les escapa ya que la conocen de principio a fin. Esta zona puede ser tu casa, tu trabajo, tu afición, tu rutina, o simplemente toda tu vida. Hay una palabra que define a la zona confort, el conformismo. En resumen, es la zona de tu vida que vives prefiriendo algo diferente pero que mantienes por comodidad, por miedo al cambio, a perder. ¿Puedes ser feliz viviendo en esta zona? Sí, pero normalmente casi todos tenemos sueños y partes de la zona de confort que nos gustaría que fueran diferentes ya que la vivimos como aburrida, sin cosas interesantes o sorpresas.
Fuera de la zona de confort encontramos aspectos negativos: el peligro, el fracaso, el miedo, lo incierto. Pero también hay cosas buenas: lo inesperado, las oportunidades, las aventuras o las nuevas experiencias. Seguramente te ha pasado que un día te levantas y te das cuenta que para sentirte pleno, libre, saludable, tranquilo y feliz, necesitas cambiar, aprender algo nuevo, hacer algo que hasta ahora no has hecho. Sin embargo, el solo hecho de pensar en hacer algún cambio a tu vida te da pánico, Y es que nos sentimos tranquilos con lo que nos es familiar porque ya lo conocemos, por más aburrido, estresante, violento o desagradable que pueda ser. Tu zona de confort es una zona inconsciente para ti, la cual te dice: "No vayas, no te levantes, no pienses, no sientas, no luches, no te esfuerces". En dos palabras: "¡No cambies!". Y eso te obliga a mantenerte, o lo que es lo mismo, evitas enfrentar situaciones o hacer algo diferente. Si en tu vida hay algo que no te gusta, te aseguro que puedes mejorarlo, siempre y cuando cambies algo dentro de ti. Algunas personas lo ven muy amenazador, pero un cambio interno es tan sencillo como hacer algo diferente. Por ejemplo, cambiar un hábito o una actitud, pensar diferente, aprender algo nuevo, inscribirte a un curso, buscar especialista o ir a terapia.
Salir de la zona de confort te permite aprender cosas nuevas, ser creativo, innovarte, reinventarte una y otra vez y alcanzar tus sueños. Saliendo de esta zona consigues crecer y avanzar en tu desarrollo personal. No te engañes con excusas. Recuerda que un sueño sin acción es una simple fantasía y lo que todos merecemos es hacerlo realidad. Siempre volverte a caer será mejor opción que la incertidumbre de "qué hubiera pasado".
1- Pierde el miedo al fracaso. Un error es una repuesta a una acción. Fracaso es no intentarlo. Sal de tu zona confort y dirígete a la zona mágica donde está todo con lo que tanto sueñas. Es cierto que los obstáculos aparecen solos pero los límites los pones tú. Convéncete de que eres más fuertes que tus propios miedos.
2- Aprender a vivir con la incertidumbre y lo no controlable, es necesario para lograr disfrutar de la vida al cien por cien.
3- Apuesta por abrir nuevas puertas donde encontrarás nuevas experiencias, situaciones, personas y cosas.
4- Si un plan no funciona lo cambias, si no puedes cambiarlo, cambias tu actitud pero nunca cambies tu objetivo, tu sueño. Muchas personas abandonan por el lento progreso y es que no se dan cuenta de que aunque sea lento, ya es un progreso. Utiliza las excusas como motivación. ¡Desafíalas!
5- Hay cosas que pasan porque tienen que pasar y otras que tienes que hacer tú que pasen. Vigila tu diálogo interno. Elimina los "no puedo", "no soy capaz". El inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes. Acuérdate que no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede.
Lo que hoy es difícil, mañana será una conquista.
Fuente del Artículo:laopinion.es
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