Por:Judith Glaser MAYO 5, 2017
Muchas conversaciones pierden su punto. Hablamos entre nosotros, sobre los demás e inventamos cosas que se adecúen a nuestras motivaciones y necesidades. Nos podemos comunicar 24/7 desde cualquier lugar del mundo, a cualquier hora, pero eso no es suficiente. Necesitamos tener la sabiduría para conectarnos.
Necesitamos Inteligencia Conversacional, un marco de trabajo concreto para saber qué tipo de conversaciones disparan actividad cerebral de nivel bajo, como los instintos primitivos de pelea o de contemporización, a comparación de aquellas que generan alto nivel de actividad cerebral, como la confianza, la integridad, el pensamiento estratégico y la habilidad para procesar situaciones complejas.
Cuanto más aprendemos sobre cómo funciona realmente el cerebro, y cuánto de nuestro cerebro está dedicado a la conexión social, más nos damos cuenta del poder que tiene conectar con los demás de maneras saludables y productivas para el éxito de ambos.
Estos consejos pueden ayudar a construir un mayor coeficiente intelectual de conversación, según la situación:
1. Cuando conoces a alguien nuevo
Qué hacer: Decir “Qué gusto conocerte” o “Me pareces conocido”
Por qué funciona: Nuestros cerebros están diseñados para ser sociales. La necesidad de pertenencia es más poderosa que la de seguridad. Cuando nos sentimos rechazados, se activan las redes de temor e incrementan los niveles de cortisol, lo que nos hace adoptar un comportamiento defensivo. Un sentido de inclusión reduce los niveles de cortisol, e incrementa los de oxitocina, que promueven la vinculación emocional.
Enfócate en: La inclusión.
2. Cuando estés haciendo lluvias de ideas con un grupo diverso
Qué hacer: Aprecia las contribuciones de los demás y di ‘gracias’
Por qué funciona: La apreciación remodela nuestras conexiones neuronales. Cuando apreciamos a los demás, damos un impacto positivo a nuestras neuronas. La apreciación también activa más conexiones neuronales en nuestro cerebro, que permiten tener mayores niveles de visión, oído y perspectiva. La apreciación también activa nuestra habilidad para ver más allá y pensar en grande. Apreciar las contribuciones ajenas, aunque no estés de acuerdo con ellas, aumenta la confianza.
Enfócate en: Crear redes más sólidas para el pensamiento grupal.
3. Cuando quieras persuadir a alguien más
Qué hacer: Ponte en los zapatos de quien te escucha
Por qué funciona: La empatía activa la red de “neuronas espejo” o el cerebro ejecutivo. Cuando nos reflejamos con los demás, nos hacemos más capaces de ver y experimentar el mundo a través de los ojos ajenos. Esto activa mayores niveles de producción de oxitocina, lo que tiene un impacto positivo en la colaboración y la co-creación y eleva la cantidad de confianza y apertura. Nos sentimos más cómodos compartiendo lo que realmente tenemos en mente.
Enfócate en: Escuchar para conectarte, no para rechazar.
4. Cuando necesitas resolver un problema difícil
Qué hacer: Decir, “dime tus pensamientos”. Y escucha
Por qué funciona: La incertidumbre activa ambos, la confianza y la desconfianza. Cuando tenemos incertidumbre significa que las redes de confianza y desconfianza se activan al mismo tiempo. Podemos entrar más fácilmente al “pensamiento grupal” para estar a salvo en la multitud, o nos cerramos por temor a que el miedo nos haga lucir débiles.
Enfócate en: Hacer seguro el ser transparente sobre lo que sabemos; y no penalizar a aquellos que se expresan. Motívalos a compartir.
La Inteligencia conversacional es la habilidad de dominar el poder de conexión para mejorar las relaciones con los demás. Ésta no se trata de qué tan inteligentes somos, sino de qué tan abiertos estamos a aprender algo nuevo o a tener rituales de conversación poderosos que impulsan al cerebro a confiar, unirse y alcanzar el éxito.
Fuente del Artículo:entrepreneur.com
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