domingo, 8 de octubre de 2017

¿Cómo controlar de manera inteligente a la gente tóxica?


Una de las mayores habilidades de la gente con alta inteligencia emocional, es la capacidad para contener y anular a la gente tóxica.
¿Cómo controlar de manera inteligente a la gente tóxica?

Por Grandes Medios -26 marzo, 2017

La posibilidad de manejar emociones y mantener la cordura en momentos de presión o estrés es habitual en las personas inteligentes. Esta facultad suele tener relación directa con el rendimiento positivo en el trabajo y en la vida en general.

De igual forma, esta virtud es una característica innegable de inteligencia emocional. Una de las mayores habilidades de la gente con alta inteligencia emocional, es la capacidad para contener y anular a la gente tóxica.

¿Quieres averiguar cómo pueden hacerlo? Continúa leyendo…

¿Cómo se protege la gente inteligente de las personas tóxicas?

Determinan límites claros

Cuando la gente es tóxica, es posible que siempre vayan acompañados de negatividad y lamentos que pueden arrastrarte a niveles de inseguridad y pesimismo que no necesitas. Por eso es imprescindible poner una barrera, un límite coherente ante sus actitudes, pero de manera que no parezcas un ser cruel o insensible.

Se mantienen alejados emocionalmente

En el instante en que la persona se presente con una queja, debes cuestionarla sobre cómo va a solucionar ese problema. Así, sucederá una de estas cosas: o logras que se retire con sus lamentos a otro lado o consigues que entre en una posición más positiva al plantear soluciones al problema.

No se rinden fácilmente, siempre se esfuerzan

Las personas proactivas ven en cada caso una oportunidad para transformar o evitar un ataque de negatividad de otra persona. Nunca se debe entrar en un conflicto sin razón ya que te afectará sin sentido. Escoge bien a que situaciones te enfrentarás y cuáles son las causas por las que vale la pena luchar.

Una persona inteligente sabe elegir sus batallas

Es vital saber reconocer las situaciones que ameriten que te defiendas y aquellas que es mejor dejar pasar. Debes tener sapiencia para determinar lo que vale la pena, y lo que no dejarlo ir.

Están al tanto de sus emociones

Es inevitable que pierdas la calma frente a algunas situaciones o actitudes, pero puedes escoger como responder a ello. Es vital que te conozcas, que conozcas tus sentimientos y emociones para que estos no te dominen. La lógica y la razón siempre deben vencer a las pasiones. Respirar profundo es una muy buena técnica para soltar la presión.

No dejan que los demás los hagan sentir mal

Las personas tóxicas son especialistas en el arte de contagiar su problemática. Difícilmente podrás derrotarlos en su terreno, por ello, mientras más se delaten con sus actitudes, más fácil será para ti evitarlos y esquivar sus inconscientes arremetidas.

Cuando te encuentres con una persona tóxica…

Sencillamente, haz espacio emocional entre ustedes, y si quieres continuar la interacción, hazlo como un ejercicio, como un proyecto científico. Estas personas, en muchas ocasiones, no son conscientes de su negatividad y no debes caer en la tentación de hacérselos saber, ya que será una simple pérdida de tiempo en la mayoría de los casos.

Con esto queda explicado con detalle cómo manejan las personas inteligentes a la gente tóxica.

El secreto es mantenerse en un línea intermedia, sin alejarte del todo, pero sin involucrarte, ni dejarte arrastrar. No será fácil, pero puedes cerrar la puerta cuando consideres que debes hacerlo.

Fuente del Artículo:grandesmedios.com

5 tips para evitar generar discusiones


Hay que aprender a hablar para prevenir que una diferencia de opiniones evolucione a un auténtico desacuerdo.

5 tips para evitar generar discusiones

Por:Marcela Hernández y Hernández

Nada más común en una relación humana que las diferencias de opinión. Cada uno de nosotros somos únicos, irrepetibles y sobre todo responsables de elegir nuestra forma de pensar y actuar. Ahí radica la belleza de compartir el tiempo y el espacio con los demás.

El problema está en que, así como nuestras diferencias nos permiten obtener nuevas perspectivas y enriquecer nuestra forma de ver el mundo, también pueden ser la fuente de las más graves y desagradables discusiones. Aquellas que se encargan de asesinar una relación y enterrarla en el pasado.

Un desacuerdo no es sinónimo de discusión, aunque desafortunadamente así nos han enseñado a verlo. Stephen R. Covey lo define como la mentalidad bipolar: estás conmigo o estás contra mí. El ser humano está acostumbrado a formar dos bandos y tiende a colocar el suyo del lado del “bien”.

Las personas con mentalidad bipolar sólo ven rivalidad, nunca competición sana. Nosotros contra ellos, mi religión contra tu religión, mi cultura, mis preferencias, mi equipo de futbol, mi partido político, mi área en la empresa versus la tuya... y así podríamos seguirnos toda la columna.

Una discusión puede convertirse en un asunto de vida o muerte. Por eso, la clave es transformarlas en conversaciones productivas que, en lugar de destruir relaciones, las fortalezca. Aquí cinco consejos para lograrlo:

1. Aprende a hablar poniendo más énfasis en la relación

Una de las mayores trampas de una discusión es la falsa creencia de que alguna de las dos partes tiene que ganar, por lo que inmediatamente tomamos una postura defensiva para evitar ser la parte perdedora.

Cambia tu postura defensiva e individualista por una que te haga más sensible y consciente de la relación y del impacto que la discusión tendrá en ella. Así podrás ver de manera objetiva el desacuerdo, y hasta descubrir que tiene muchísima menos relevancia que la relación y que entonces no hay necesidad de vencer a nadie, sino de conservar el vínculo.

¿En qué tipo de observador te conviertes si te colocas en un lugar en donde lo que importa es la relación? ¿Qué tipo de pensamientos y acciones se generan desde este lugar? Seguramente serán muy diferentes a los de mantener una actitud defensiva.

2. Enfócate en los hechos

Lo ideal es plantear las cosas como si estuviéramos haciendo una crónica de la situación, centrándonos en los hechos y no en los juicios. De esta manera evitaremos engancharnos en nuestras emociones y desviar la comunicación.

Lo que sea que te moleste de la otra persona, velo como características y no como defectos. Evita los sustantivos y busca reemplazarlos por verbos que sugieran un cambio o mejora: hagamos, evitemos, resolvamos, etcétera.

3. No busques tener la razón

Si vas a entrar en una conversación acalorada, no pelees por tener la razón, sino por lograr que ambas partes piensen lo que les conviene pensar. Lleguen a la conclusión de cuál es la postura que necesita la relación, no la que necesita cada uno.

¿Qué es lo que realmente les conviene pensar para el bien de todos?

4. No te precipites

Roma no se hizo en un día. Si en una primera conversación no consiguen resolver sus diferencias o generar una conclusión conveniente, es posible que necesiten tomar un poco de distancia y tiempo para que ambas partes tengan la oportunidad de cuestionar sus propias posturas y reflexionar las ideas del otro.

La falta de paciencia y ansiedad por resolver las cosas pueden ser muy corrosivas para la relación.

5. La pregunta clave

Antes de engancharte en la frustración por no salirte con la tuya y tomar una decisión en función de ella, piensa en una última opción.

En su libro “La 3ª Alternativa”, Stephen R. Covey plantea una pregunta que nos permitirá trascender la zona en la que se estanca el conflicto: ¿Estás dispuesto a buscar una mejor solución que la que hemos encontrado cada uno por separado?

Recuerda que nuestras conversaciones nos definen. Si soy una persona que dice lo que piensa y actúa lo que dice, los demás me verán como alguien congruente; si cuido mis palabras y no me apresuro en hacer juicios sobre los demás, seré percibido como alguien prudente; si mis conversaciones son agresivas y unilaterales, demostraré ser alguien cerrado o rígido.

La calidad de tus relaciones es directamente proporcional a la calidad de tus conversaciones. Si en cada desacuerdo estás dispuesto a entrar en una discusión, es muy probable que tus relaciones pierdan bonos, mismos que te serán necesarios para utilizarlos en los momentos más críticos de tu vida; aquellos en los que el apoyo de los demás se vuelve imprescindible.

Antes de entrar en una discusión, piénsalo dos veces.

Fuente del Artículo:entrepreneur.com