Un mal dirigente "quema" a su equipo, no toma decisiones complicadas y humilla a sus subordinados enfrente de otros.
por:Peter Diamond
Un mal dirigente "quema" a su equipo, no toma decisiones complicadas y humilla a sus subordinados enfrente de otros.
por:Peter Diamond
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Fuente:http://ideasinversion.com
Identifica las cualidades emocionales de cada miembro de tu equipo y aplica estos tips para sacar su mayor potencial.
Por:Gwen Moran ENTREPENEUR LEADERSHIP NETWORK WRITER
En la mayoría de las compañías, los empleados pueden ser clasificados por dos tipos de personalidad: los extrovertidos, a quienes se les facilitan las interacciones sociales, y los introvertidos, quienes disfrutan pasar tiempo en solitario
¿Cómo saber qué empleado tiene qué personalidad? Podrás deducirlo al observarlos en acción. La persona que constantemente está buscando a los demás para hablar y puede sacar conversación hasta en la máquina de café o que sugiere hacer sesiones de lluvias de ideas para resolver un problema probablemente sea un extrovertido. Mientras tanto, la que se mantiene en un rincón tomando notas suele ser introvertida.
Aunque los empleados varíen de acuerdo a sus fortalezas y preferencias, te decimos cómo puedes manejar a las dos personalidades para conseguir su mejor rendimiento.
Empleados introvertidos
1. Dales tiempo para pensar
Los empleados introvertidos suelen trabajar mejor cuando tienen tiempo suficiente para pensar en ideas o temas por adelantado, por lo que crear una agenda es una buena forma de incentivar su participación.
2. Dales espacio
Tener demasiado estímulo externo puede ser sofocante para ellos. Si no es posible que trabajen en una oficina cerrada, al menos asígnales un espacio tranquilo donde puedan refugiarse de vez en vez.
3. Planea reuniones tempranas
Debido a que los introvertidos suelen tener más energía en la mañana, intenta que las reuniones importantes sean a las primeras horas. En esos momentos aún no están cansados de tratar con gente. Si no puedes hacerlo, dales tiempo de planear y pensar antes de la junta.
4. Siéntete cómodo con el silencio
Cuando converses con los introvertidos, dales tiempo para responder y hazles preguntas. No le temas al silencio y no intentes cubrir todo momento con conversación. Evita que tú y el resto del equipo los interrumpan.
5. Busca su retroalimentación
Obtén respuestas e información de los introvertidos en formas que los hagan sentir cómodos. En lugar de esperar que tengan discusiones espontáneas sobre proyectos, búscalos de uno en uno. En las reuniones pide específicamente su opinión y dales la oportunidad de expresarse.
Empleados extrovertidos
1. Asigna trabajo en equipo
Los extrovertidos suelen desempeñarse bien en acciones de creatividad grupal. Sesiones de lluvia de ideas y otros métodos parecidos donde se reúne gente para pensar y resolver problemas son buenos ambientes para gente con esta personalidad. Ojo: evita que dominen las discusiones.
2. Déjalos expresarse
Los extrovertidos deben hablar para desarrollar su pensamiento. Para conseguir las mejores ideas de ellos, crea oportunidades donde puedan expresarse y discutir soluciones e ideas, dar retroalimentación y evaluar información.
3. Dales pistas corporales
Los extrovertidos también responden bien a las pistas no verbales y son buenos leyendo el lenguaje corporal. Cuando sostengas conversaciones con ellos, toma en cuenta tus expresiones faciales, tono de voz y otras formas de lenguaje corporal para dar a entender el mensaje que quieres.
4. Entiende su energía
Los extrovertidos típicamente necesitan más energía si han estado solos por un tiempo. Así que agendar las reuniones después de que la persona estuvo trabajando en un reporte o cuando ha pasado todo el día sentado es un buen momento para conseguir que se re energicen y compartan buenas ideas.
5. Permíteles interactuar con otras personas
Los extrovertidos suelen ser más hábiles en trabajos donde interactúen en persona con los clientes, asistan a conferencias o estén en ambientes donde hay mucha gente. Propicia este tipo de actividades.
Fuente del Artículo:www.entrepreneur.com
No es fácil manejar nuestras emociones, sobre todo cuando eres un líder. Si aún no sabes si cuentas con esta cualidad, checa estas características.
La inteligencia emocional es una cualidad subestimada por los empresarios, y que es de suma importancia para los empleados. En resumen, es la capacidad para reconocer y controlar nuestras emociones, y para reconocer y comprender las de los demás.
Aquí te decimos por qué es tan importante esta cualidad y cómo puedes saber si la tienes.
¿Por qué la inteligencia emocional es importante para los empresarios?
Las personas con un alto grado de inteligencia emocional son buenas para leer a la gente, conducir y entender sus propios sentimientos, e interactuar con los demás. Estas son cuatro de las áreas más importantes donde la inteligencia emocional puede ayudarte:
. Estabilidad. Si quieres dirigir un equipo de empleados o gestionar una comunidad de seguidores, debes permanecer emocionalmente estable, incluso en tiempos de crisis. La inteligencia emocional te ayuda a controlar la ira, el pánico y la desesperación, pero sobre todo a mantener la calma, sin importa lo que pase.
. Ventas y servicio. Comprender lo que la gente siente, el por qué lo siente y lo que quiere o necesita, es esencial si quieres vender productos y servicios que las personas realmente quieran obtener. También puede ayudarte a cerrar proyectos una vez que ganes impulso.
. Motivación. Ser capaz de relacionarse con los empleados y entender sus sentimientos, aumenta el autoestima y motiva a los trabajadores a tener más éxito en su entorno.
. Mediación y negociación. La inteligencia emocional también te ayuda a resolver los conflictos entre empleados y socios, eso te da una ventaja cuando intentas negociar.
Signos de la inteligencia emocional
¿Cómo puedes saber si tienes inteligencia emocional? Busca en ti los siguientes signos:
Cuando somos pequeños nos enseñan los conceptos básicos del vocabulario emocional con palabras como: feliz, triste, tonto y hasta loco. Pero, ¿qué tan expresivo eres al momento de describir tus experiencias emocionales más complejas? Un vocabulario expresivo y preciso es un signo de que eres lo suficientemente introspectivo para poder entender tus emociones y la manera en que estas funcionan en general.
Por ejemplo, podrías describir algo como "nostálgico" en lugar de "un poco triste", o sentir "irritabilidad relacionada con el estrés" en lugar de "ira".
Los jefes con inteligencia emocional son capaces de descubrir de manera rápida las fortalezas y debilidades de sus empleados, y no tienen miedo de admitir las suyas. Todo el mundo es bueno para hacer cosas diferentes y todos tienen deficiencias personales.
Ver las cosas desde afuera es una muestra de que prestas atención a la forma en que las personas interactúan, y de que tienes la capacidad de ver lo malo y lo bueno en ellas.
Piensa en personas con las que te hayas relacionado en el pasado, ya sean ex miembros de algún equipo o tus amigos más cercanos. Cuando tuviste un "buen presentimiento" acerca de alguien, ¿cómo resultó tu relación con esa persona?
Las primeras impresiones pueden ser engañosas, pero si durante tu vida has sabido elegir a personas confiables y positivas para tenerlas cerca, es probable que poseas una gran capacidad para percibir el carácter de las personas.
¿Con qué frecuencia las personas que se enfrentan a un problema difícil acuden a ti para pedirte algún consejo? ¿o cuántas te piden tu apoyo cuando están pasando por un momento difícil? Si muchas personas lo hacen, eso significa que confían en que no las juzgarás y que es probable que les des un punto de vista valioso.
En otras palabras, es una señal de que eres una persona con inteligencia emocional y que otras personas pueden verlo.
Todos los líderes experimentan momentos de frustración, irritación e ira, pero ¿qué tan rápido pueden dejar ir estas situaciones? ¿eres el tipo de persona que guarda rencor, o eres de los que perdona y olvida? ¿tus errores te persiguen o intentas trabajar en ellos tan pronto como sea posible?
Las personas con inteligencia emocional son capaces de controlar sus reacciones y dejar que las cosas fluyan con cierta facilidad.
¿Percibes cuando tu empleado está estresado, o si no está actuando normal? ¿te das cuenta cuando tus amigos actúan de manera extraña, incluso si sólo es un poco diferente de su comportamiento habitual?
Las personas con inteligencia emocional notan estas diferencias de manera consistente.
No existe una manera de actuar, ni de pensar ni de trabajar, si no docenas. ¿Eres una persona abierta a las posibilidades o intentas cambiar a todos a tu manera?
No te preocupes si no demuestras esas cosas. Algunas personas tienen mayor inteligencia emocional que otras, pero esto es una habilidad y una conciencia que puede desarrollarse con el tiempo. Comienza por prestar más atención a los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas que te rodean, y anímate a hablar con extraños.
Cuanto más te enfoques en los deseos, las necesidades y las perspectivas de las otras personas, más aprenderás sobre la condición humana, y te convertirás en un mejor líder.
Fuente del Artículo:www.entrepreneur.com
La diferencia entre ambas es la clave para administrar mejor tu tiempo y es vital para hacer crecer tu negocio.
Por:Doug And Polly White
Hace poco, nuestra consultoría tenía agendado empezar a hacer trabajo estratégico con un nuevo cliente. Pero, una noche antes de nuestra sesión, el cliente nos escribió pidiéndonos posponer la reunión hasta la siguiente semana. Había surgido algo de último minuto y le era imposible no atenderlo.
Pudimos acomodar su petición, pero le sugerimos que recorriéramos la reunión solamente unas horas, no días. Le advertimos que no permitiera que lo urgente sobrepasara a lo importante, un concepto que Stephen Covey popularizó con su Matriz de Administración del Tiempo (Time Management Matrix).
Ya habíamos escrito anteriormente sobre lo urgente contra lo importante relacionándolo a la toma de decisiones, pero quisimos retomar el tema porque afecta las prioridades y la administración del tiempo. La diferencia entre los dos conceptos es clave para mejorar la administración del tiempo y vital para hacer crecer un negocio.
Primero, necesitamos definir los dos conceptos. Algo “urgente” es una tarea que necesita atención inmediata, algo que demanda tu atención. Las tareas “importantes” son las que, una vez realizadas, le agregarán valor a tu organización. Éstas son las tareas que te hacen avanzar. Las tareas pueden ser una o la otra, o ninguna de las dos. Veamos cada una en detalle:
Algunas tareas no son ni urgentes ni importantes. Son el tipo de cosas que te quitan tiempo pero no agregan valor a nuestras organizaciones ni a nuestra vida personal y nadie nos está rogando que las hagamos.
Sin embargo, la mayoría de nosotros pasamos por lo menos una parte del día en estas actividades que desperdician tu tiempo como navegando en redes sociales, leyendo artículos que no nos sirven para nada o jugando o en aplicaciones que nos distraen de otras actividades más valiosas.
Según Statista, los estadounidenses pasan alrededor de una hora al día jugando videojuegos, y Telegraph reporta que navegar en tus redes sociales te puede tomar hasta 2 horas de cada día. Obviamente, si pasas tu precioso tiempo en cosas que no son ni urgentes ni importantes, es momento de parar. Borra esa aplicación de tu teléfono. Reduce tu tiempo en redes sociales a unos minutos al día después de trabajar. De verdad creemos que no extrañarás esas distracciones.
Las tareas “urgentes” son esas que ruegan tu atención, pero no necesariamente añaden valor. Llamadas, correos, mensajes, empleados que te hacen las mismas preguntas o reuniones que no producen resultados. Por lo general creemos que tenemos que solucionar estas cosas, despejar la agenda para continuar hacia algo más importante. Esta es justamente la estrategia equivocada. Siempre aborda primero las tareas importantes y llega a lo urgente, que no es importante, al final. Es fácil perder el tiempo en tareas que no son importantes.
Muchas tareas caen en la categoría de “urgente e importante”. Recuerda, éstas son las cosas que necesitan tu atención inmediata y que sí le agregan valor a tu compañía. Esto incluye problemas relacionados con tus clientes, quejas y asuntos financieros, bancarios y legales.
Muchas personas reconocen estas tareas como importantes y actúan de acuerdo a ello. Para asegurarte de que hagas tus tareas urgentes e importantes cada día, asegúrate de tener una lista de pendientes. Revisa los puntos en la lista y coloca una estrella en las 3 tareas más críticas. Realiza esas primero. Una vez que las completes, coloca estrellas junto a las siguientes 3 más importantes y realízalas. Si haces esto te asegurarás de enfocarte en las cosas que requieren tu atención y que son más importantes de terminar.
Esta categoría es la menos atendida en esta matriz de importante pero no urgente. Las tareas importantes incluyen el desarrollo de tus empleados o de ti mismo para mejorar tus habilidades, documentar y mejorar procesos y sistemas, desarrollar métricas, mejorar métodos de investigación, organizar y planear. Aunque todas estas acciones pueden mejorarte a ti y a tu compañía, no son urgentes.
Nadie te está pidiendo a gritos que documentes tus procesos. Sin embargo, si lo haces, tendrás una herramienta de entrenamiento para tus empleados y un camino hacia mejorar la calidad de lo que haces. Como decimos, el primer paso hacia mejorar la calidad es documentar el proceso. Ser más organizado le puede añadir horas productivas a tu semana y desarrollar métricas te puede alertar de problemas antes de que se salgan de control.
Las tareas “importantes” son críticas para el éxito de una compañía, pero son fáciles de posponer porque no hay urgencia de completarlas. Para asegurarte de no caer en esta trampa, asígnale una tarea importante a cada persona con una fecha de entrega.
Es muy fácil dejar que lo urgente sobrepase a lo importante. Sin embargo, si puedes priorizar tu tiempo y encargarte de esas tareas que son tanto urgentes como importantes y logras acomodar algo de tiempo y recursos para enfrentar esas cosas importantes, pero no urgentes, crearás una organización mucho más exitosa.
Fuente del Artículo:https://www.entrepreneur.com
Ser esclavo de las distracciones y los malos hábitos nos impiden concluir nuestras tareas diarias. Averigua si tienes estas actitudes y elimínalas ya.
por: Doug An9d Polly White
Todas las personas postergan cosas de vez en cuando. La psicología de hoy en día ha declarado que un 20% de las personas son procrastinadores crónicos, lo que resulta alarmante. Peor aún, con la ola de distracciones que surge a diario, el porcentaje de personas que sufren de este grave problema va en aumento.
Esto se ha convertido en un problema. No obstante, como empresarios, entendemos el reto que implica tratar de encontrar el tiempo para lograr que todo el trabajo se termine. Pero, si perdemos tiempo en tareas insignificantes para evitar el trabajo y las responsabilidades importantes, también se neceista encontrar la manera de romper con estos hábitos que nos impiden obtener el éxito deseado.
Cambiar no es fácil para un procrastinador, comenzar es un desafío. Aquí están los motivos principales por los que la gente tiende a postergar y algunos consejos y técnicas para solucionar el problema:
A veces, cuando te sientes consumido por el número de actividades en tu lista de pendientes, desertar resulta fácil. En particular esto puede ser cierto cuando te enfrentas a tareas complicadas. En lugar de enfocarte, lo dejas. Te dices a ti mismo que no tienes el tiempo necesario para trabajar en eso. Por lo tanto, tienes que esperar a que el *período que prolongaste termine. Sin embargo este tipo de lujo no se materializa.
Solución: divide la tarea en partes más pequeñas. Como dice el viejo refrán: "¿Cómo debe comerse un elefante? Una mordida a la vez". Divide las tareas grandes en partes más pequeñas, que no tardes más de 15, 30 o 45 minutos en hacerlas. ¡Ponlas en tu lista de pendientes y comienza el banquete!
A menudo, la gente posterga sus actividades porque intenta trabajar contra los ritmos naturales de su cuerpo. Los ritmos circadianos regulan nuestros ciclos de sueño y de vigilia. Cuando estás cansado, es fácil jugar el papel de Scarlett O'Hara y dejar las cosas para otro momento. Después de todo, mañana será otro día.
Solución: trabaja en tu mejor momento. Determina tu hora pico. ¿Eres una persona madrugadora? ¿Te sientes más activo por la tarde? ¿Tienes un segundo aire después de la cena? Es muy importante programar y realizar las tareas difíciles, complicadas o desagradables durante estas horas, de ese modo lograrás avanzar.
Todo el mundo tiene que hacer tareas que detesta. Tal vez se trate de facturación, de hacer llamadas de cobro a los clientes o de calcular un presupuesto. Sea cual sea la temida tarea, es muy fácil posponerla. El problema se agrava cuando te avergüenzas de tu dilatación. Eso sólo hace que la tarea sea más difícil de afrontar y que la postergación se convierta en una espiral negativa.
Solución: recompénsate. Combinar una tarea que no quieres hacer con una recompensa, puede ayudar. Una cucharada de azúcar hace que el mal sabor de boca se vaya. Promete dedicarle tiempo a ese libro que has estado deseando comenzar, o tomar esa copa de vino que tanto te gusta, o esa serie de Netflix que tanto quieres ver. Pero primero completa tu tarea.
¿Necesitas deadlines para iniciar una tarea? Algunas personas dicen que trabajan mejor cuando están bajo extrema presión. Aunque no hay un estudio para probarlo, esta creencia se hace más grande cada día. La gente quiere creer que funciona mejor bajo presión, por lo que se pone en estas situaciones, continuando con el ciclo de postergación. Si esperas hasta el último minuto para hacer las cosas, esto se convertirá en un problema.
Solución: crear deadlines falsos. Si ajustas tu reloj cinco o diez minutos antes, estás utilizando deadlines falsos. Cada que miras tu reloj, y no son las 9:00 a.m., sino las 8:50 a.m. Sé honesto. No te estás engañando a ti mismo en pensar que es más tarde de lo que realmente es. En lugar de eso, piensa que el tiempo incorrecto nos hace tratar de terminar a tiempo, lo que aumenta nuestra autoconciencia.
Puedes hacer lo mismo con los deadlines. Piensa que ese informe del viernes debe entregarse mañana en lugar del viernes por la tarde. Piensa que tienes sólo 30 minutos para completar la tarea. Después, trabaja bajos estos nuevos plazos.
Una última solución: si nada de esto te funciona, recuerda cuando en otras ocasiones postergar te causó estrés, arrepentimiento, humillación y hasta cuando le costó dinero a tu negocio. Si estás postergando cualquier cosa, trata de imaginar esos resultados desagradables. Estas imágenes pueden ponerte en acción.
Aprender a dominar la procrastinación es una forma de autodisciplina. Al igual que otros cambios de comportamiento, no ocurre de inmediato. Tendrás contratiempos durante el intento. Sin embargo, si utilizas las técnicas enumeradas aquí arriba, puedes avanzar en tu lista y comenzar un ciclo más positivo.
Fuente del Artículowww.entrepreneur.com