viernes, 28 de junio de 2013

Innovación es igual a Diplomado de Administración Gerencial Hospitalaria



Queremos anunciar a todos nuestros amigos, exalumnos, alumnos, público en general  y futuros interesados en continuar con su educación continua y aquellos que nos den la oportunidad de conocer nuestra oferta académica.

En este momento compartimos con todos y cada uno de ustedes  la emoción que nos  embarga y sabedores del nuevo compromiso profesional que nos representa esta nueva etapa,  asumimos el reto con el mejor de los ánimos y pasión que siempre nos ha caracterizado, ya que buscamos ofrecer siempre  lo mejor en cada nuevo proyecto, asimismo comentarles cual fue  el camino que decidimos  recorrer para que  el proceso de un Proyecto que cumpliera, con un  Desarrollo Integral más amplio. Decidimos por la Innovación Académica, quienes estamos encargados de la Coordinación Académica de la Consultoría CDEINHSC, y nos dimos a la tarea en colaboración  y coordinación siempre bajo un marco de estricto apego a las normas y requerimientos solicitados por la Facultad de Estudios Superiores, FES Zaragoza UNAM.  Y dio como Resultado de este proceso de innovación el renovado.

Diplomado de Administración Gerencial Hospitalaria,  de 320 Hrs curriculares

Que forma parte de nuestra oferta académica y del cual estamos orgullosos, mismo que a partir de este momento ponemos a su consideración y los invitamos a que conozcan nuestra nueva programación, por cualquiera de los medios que tenemos a su disposición. donde con gusto les atenderemos.

Queremos hacer la siguiente reflexión:
En un análisis más detallado que se tuvo que realizar, para examinar la relación entre innovación y cambio. Si se establece que la innovación significa la introducción de algo nuevo que produce mejora, el hecho de pasar de lo que se tenía antes, a un estado de mejoría, supone la presencia de un cambio. Sin embargo, no puede afirmarse que todo cambio sea una innovación, un cambio puede ocurrir incluso de manera no deliberada como consecuencia de la intervención de múltiples factores en una situación determinada.
Así, puede establecerse que nuestra:
Innovación es algo más planeado, más deliberado, más sistematizado y más obra de nuestro deseo, que solo haber realizado el cambio el cual es generalmente más espontáneo.
Por otra parte, una innovación para ser considerada como tal, necesita ser duradera, tener un alto índice de utilización y estar relacionada con mejoras sustanciales de la práctica profesional, esto establecerá la diferencia entre simples novedades (cambios superficiales) y la auténtica innovación.
En ese sentido vale la pena recordar que la innovación está más vinculada a la práctica profesional de lo que lo está la reforma y por lo tanto la interpela con mayor fuerza.

El concepto de innovación implica el cambio, pero mediado por tres condiciones:
  • El cambio debe de ser consciente y deseado, por lo que se constituye en el resultado de una voluntad decidida y deliberada.
  • El cambio es producto de un proceso, con fases establecidas y tiempos variables.
  • El cambio no modifica substancialmente la práctica profesional, esto es, el cambio se da dentro de los límites admisibles por la legislación y el status quo establecido.
La innovación puede ser caracterizada como un proceso intencional y sistemático, sin embargo, éste puede ocurrir de diversas maneras; en ese sentido los teóricos de la innovación han realizado cuidadosos análisis de experiencias de innovación ya ocurridas, identificando, a partir de estas, tres modelos de proceso (Huberman, 1973 y Havelock y Huberman, 1980):

  • Modelo de investigación y desarrollo
  • Modelo de interacción social
  • Modelo de resolución de problemas.
                  ATTE
 Jovita Torres Rivera                                                      
Alberto Burgos Luengas

martes, 25 de junio de 2013

¿Qué son las competencias gerenciales?




Las competencias gerenciales son el conjunto de conocimientos, habilidades, comportamientos y actitudes que una persona debe poseer para ser efectiva en una amplia gama de puestos y organizaciones. En la actualidad, en el trabajo no solo se juzga a una persona por su inteligencia sino también por su capacidad de manejarse y administrar a otras personas. Las empresas contratan a personas que suponen son inteligentes, cuentan con los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar su trabajo y además por poseer competencias gerenciales que las llevarán a un desempeño sobresaliente para la organización.
Las competencias gerenciales ayudan a las personas a destacar en distintos ámbitos y en diferentes puestos, así por ejemplo las personas que trabajan en atención al cliente deben tener competencias para la autoadministración y comunicación, en otros campos es importante la planeación y gestión y el trabajo en equipo.
Para ocupar un cargo ejecutivo, como el de gerente general, una persona debe tener una mezcla de varias competencias y no sólo una o dos.

¿Cómo se adquieren estas competencias?
No existe una receta que indique la manera de adquirir una u otra competencia, serán la experiencia, las vivencias, la retroalimentación constante, etc., las que ayuden a una persona a adquirir competencias en determinados ámbitos.

Algunas competencias gerenciales son:
Ø  Comunicación Asertiva
Ø  Planeación y gestión
Ø  Manejo de Conflictos
Ø  Toma de Decisiones
Ø  Trabajo en equipo
Ø  Acción Estratégica
Ø  Autoadministración
Ø  Administración del tiempo
Ø  Tolerancia

El tarro, el maestro y la administración del tiempo




El día de hoy te comparto una hermosa reflexión de cómo podemos administrar mejor nuestras "piedras angulares en nuestra vida".
U
n día, un viejo profesor de la fue contratado para dar una formación sobre la planificación eficaz de su tiempo a un grupo de quince ejecutivos de grandes compañías norteamericanas.
Este curso constituía uno de los cinco talleres de su jornada de formación. El viejo profesor no tenía entonces sino una hora para "hacer pasar su materia".
Parado, delante de ese grupo de élite (que estaba listo a anotar todo lo que el experto le iba a enseñar), el viejo profe los miró uno por uno, atentamente, y les dijo "Vamos a hacer un experimento".
Debajo de la mesa que lo separaba de sus alumnos, el profesor movió un inmenso tarro de vidrio de más de 4 litros, que puso delicadamente en frente suyo.
Luego sacó alrededor de doce piedras tan grandes como bolas de tenis y las depositó cuidadosamente, una por una en el gran tarro.
Cuando el recipiente se llenó hasta el borde y era imposible agregarle una sola piedra más, levantó lentamente los ojos hacia sus alumnos y les preguntó:
"¿Les parece que el tarro está lleno?"
Todos respondieron: "Sí."
Esperó unos segundos y agregó: "¿Están seguros?"
Entonces, él se agachó de nuevo y sacó de debajo de la mesa un recipiente lleno de piedrecillas. Con mucho cuidado, él agregó las piedritas sobre las piedras grandes y sacudió ligeramente el tarro.
Las pequeñas piedras se infiltraron entre las grandes... hasta el fondo del tarro.
El viejo profesor levantó nuevamente los ojos hacia su auditorio y reiteró su pregunta:
"¿Les parece que el tarro está lleno?"
Esta vez sus brillantes alumnos comenzaron a entender su manejo.
Uno de ellos respondió: "¡Probablemente no!"
"Bien", respondió el viejo profesor.
Se agachó nuevamente y esta vez sacó de debajo de la mesa una bolsa de arena. Con mucho cuidado agregó la arena al tarro.
La arena rellenó los espacios existentes entre las piedras y las piedritas.
Una vez más, preguntó: "¿Les parece que el tarro está lleno?"
Esta vez sin pensarlo dos veces y en coro, los brillantes alumnos, respondieron:
"¡No!"
"¡Bien!", respondió el viejo profesor.
Y como se esperaban sus prestigiosos alumnos, el hombre cogió la botella de agua que estaba sobre la mesa y llenó el tarro hasta el tope.
El viejo profesor levantó entonces los ojos hacia su grupo y preguntó:
"¿Qué gran verdad nos demuestra esta experiencia?"
Sin estar loco, el más audaz de sus alumnos, reflexionando sobre el tema de este taller, respondió:
"Esto demuestra que incluso cuando creemos que nuestra agenda está completamente copada, si lo deseamos realmente, podemos agregar más citas, más cosas para hacer."
"No", respondió el viejo profesor.
"No es eso. La gran verdad que nos muestra esta experiencia, es la siguiente:"
"Si uno no mete las piedras grandes primero en el tarro, jamás podría hacer entrar el resto después."
Hubo un gran silencio, en el que cada uno estaba tomando conciencia de la evidencia de estos propósitos.
El viejo profesor, dijo entonces:
"¿Cuáles son las piedras grandes en sus vidas?"
"¿Su salud?"
"¿Su familia?"
"¿Sus amigos?"
"¿Realizar sus sueños?"
"¿Hacer lo que aman?"
"¿Aprender?"
"¿Defender una causa?"
"¿Relajarse?"
"¿Tomarse el tiempo...?"
"¿O cualquier otra cosa?"
"Lo que hay que retener, es la importancia de meter esas PIEDRAS GRANDES en primer lugar en la vida.

REFLEXION
¿Cuáles son las piedras angulares en tu vida?
¿Qué tanto valoras esas piedras angulares?
Muchas veces nos pasamos la vida quejándonos que no sabemos por dónde actuar, sabiendo que nuestros valores y nuestras piedras angulares nos darán la pauta para actuar.
Espero que este cuento te allá gustado y que lo puedas aplicar principalmente en tu vida personal.

viernes, 21 de junio de 2013

La Administración y Nuestro Talento para el Cambio



"Los que sí se esfuerzan por responder a estos desafíos
hoy preparándose a sí mismos y preparando a sus
instituciones para los nuevos desafíos serán los
líderes y amos del mañana"
 P. Drucker

 


Uno de los grandes desafíos que se le presentarán a la gerencia para el Siglo XXI es aprender a "Administrarse uno mismo". Entre las interrogantes que tendrán que plantearse con mucha frecuencia, tendente a cumplir con el objetivo de este programa de auto-desarrollo son las siguientes:
  • ¿Cuáles son mis aptitudes?
  • ¿Cómo me desempeño?
  • ¿Dónde debo estar?
  • ¿Cuál es mi aporte?
  • ¿Cuál es mi responsabilidad en las relaciones con otros?
  • ¿Cuál es mi proyecto para la segunda mitad de nuestra vida?
  • ¿He seleccionado mi carrera paralela?

Estas y muchas otras preguntas se deben hacer las personas que fundamentalmente trabajan con el conocimiento como herramienta clave de competitividad y, por supuesto cada una de estas interrogantes debe tener una respuesta muy concreta y precisa. Sin lugar a dudas esta filosofía de "Administrarse uno mismo", va incrementando cada día más en los miembros de la fuerza laboral con visión de futuro, por cuanto la mayoría de ellos están conscientes que la única estrategia de sobrevivencia de trabajo es acreditar experticia trabajando con el conocimiento. Estos escenarios de aprendizaje deben ser promovidos por los líderes organizacionales, por cuanto ellos también deben asimilar esta nueva filosofía de alto compromiso y riesgo personal. Tendrán que ubicarse en las posiciones en donde puedan dar el máximo aporte, necesitarán aprender a desarrollarse por sí mismos, requerirán aprender a mantenerse "jóvenes" y mentalmente activos durante una experiencia de trabajo de aproximadamente cincuenta años. Y una de las exigencias más compleja que se le presentará a todos los trabajadores y más específicamente a los que ocupan cargos gerenciales es el aprendizaje significativo cómo y cuándo modificar lo que hacen, cuando lo hacen y dónde lo hacen.

Tendente a darle la importancia de este desafío que se le presenta a la gerencia para el Siglo XXI, el Dr. P. Drucker (1999) afirma lo siguiente: "Quienes trabajan con el conocimiento probablemente sobrevivirán a su organización empleadora". Dentro de la cantidad de cambios violentos que están ocurriendo en las organizaciones la administración del conocimiento es una de las herramientas estratégicas de competitividad global. Los gerentes deben tomar en cuenta que el promedio de vida laboral –en los países industrializados- es de cincuenta años, especialmente para las personas que trabajan con el conocimiento, también en estos países la esperanza de vida promedio de un negocio de éxito es solamente de aproximadamente treinta años y, este tiempo de vida del negocio pueda ser rebajado debido al ambiente tan turbulento que existe. Las organizaciones que se pueden considerar perdurables, no así eternas; como por ejemplo: las universidades, los liceos, hospitales o las entidades gubernamentales, asimilarán también los cambios. Aunque pueden sobrevivir, conservando en esencia su forma actual, requerirán de hacer cambios en sus estructuras, en las labores que cumplen, en los nuevos conocimientos que requieren y por supuesto el empleo de personas con conocimientos, habilidades y destrezas totalmente diferentes a las que acostumbraban a emplear. Los trabajadores y específicamente los que trabajan con el conocimiento, sobrevivirán a un empleador y tendrán que prepararse para más de un cargo, más de un trabajo y más de una carrera.


Una de las preguntas claves de esta filosofía de "Administrarse uno mismo" es la siguiente: ¿Cuáles son mis aptitudes? Un alto porcentaje de los trabajadores "creen" saber qué es lo que hacen bien. Pero lamentablemente esto no es verdad, con mucha frecuencia suelen equivocarse. Por cuanto su auto-evaluación no es objetiva. ¡Se sobre evalúan! La realidad organizacional demuestra que es más fácil que sepan lo que no hacen bien, pero aún en este nuevo escenario también suelen equivocarse. Un alto desempeño depende directamente de la valorización objetiva de las aptitudes de cada cual. Bajo ningún motivo se puede lograr un desempeño de alta calidad basado fundamentalmente en las debilidades de los trabajadores y, mucho menos sobre algo que es totalmente incapaz de hacer. En el pasado reciente no era importante conocer las aptitudes individuales, por cuanto las personas se dedicaban por nacimiento a determinado tipo de trabajo. Por ejemplo, el hijo del campesino, llegaba a ser campesino. En el presente ha habido grandes cambios en la fuerza laboral, las personas tienen muchas opciones de trabajo y, por tal motivo deben conocer con exactitud cuáles son sus aptitudes para poder saber qué cargo, oficio o trabajo le producirán mayor éxito.

Uno de los "métodos" más sencillo para evaluar las aptitudes personales es el "análisis de retroalimentación". Este análisis está basado en el siguiente procedimiento, cada vez que se adopte una decisión clave, y siempre que se requiera una actuación clave, uno debe escribir lo que espera que suceda y pasado seis, ocho o diez meses se retroalimenta comparando los resultados con las expectativas. Este "método" tan sencillo ha producido muchas sorpresas negativas para las personas que lo han utilizado. Este procedimiento les indicará a las personas primero, en qué áreas se encuentran sus aptitudes, y esto es quizás lo más significativo para saber acerca de sí mismo. Le indicará cuáles cosas hace o deja de hacer y cuáles son los obstáculos que bloquean la utilización al máximo de las aptitudes. También le indicará en cuáles áreas no tiene competencia y por último le señalará en cuáles áreas carece de aptitudes y no puede desempañarse. De los resultados del "análisis de retroalimentación" surgen algunas conclusiones que deben ser tomadas en cuenta para la acción futura: 1º) Concentrarse en las aptitudes, es decir situarse en el lugar en donde sus aptitudes son garantía de éxito; 2º) Esforzarse por mejorar sus aptitudes, demuestra en qué necesita una persona mejorar sus destrezas o adquirir nuevos conocimientos; 3º) Identifica aquellas áreas en que la soberbia intelectual genera una ignorancia incapacitante y 4º) Remediar los malos hábitos, aquello que uno hace o deja de hacer y que inhibe su eficacia o desempeño.