lunes, 16 de mayo de 2016

10 caraterísticas del líderes emocionalmente inteligentes


"¿Qué tiene él que no tenga yo?", te preguntarás alguna vez cuando ves a un gran líder. Travis Bradberry, especialista en inteligencia emocional y co-autor del libro Emotional Intelligence 2.0, tiene la respuesta. La ha revelado en un decálogo y nosotros te la traemos en esta fotogalería.

Por: Elena Herrero



Saben conectar con la gente 
Incluso en una sala repleta de gente, los líderes inteligentes emocionalmente hacen que las personas se sientan como si tuvieran una conversación a solas con ellos. Saben hacer que la gente se sienta aludida y apreciada.


Son accesibles 
No son interesados. No pierden el tiempo, pero tampoco seleccionan en exceso a quién dedicar unos minutos. Los líderes inteligentes consideran que todo el mundo es digno de su tiempo y atención.


Son humildes
Saben que ser arrogante no les conducirá nada más que a generar enemistades o indiferencia. Un líder emocionalmente inteligente no se creerá más que tú por el simple hecho de que lo sigas. Está en deuda con sus seguidores y trata de serles útil.

Son positivos
Saben ver el lado postaviso de las cosas y, lo que es más importante si cabe, son capaces de transmitir esa positividad. Se implican, escuchan a la gente y acaban por generar confianza y esperanza a partes iguales.


Se toman las cosas con calma

Saben que perder los nervios no les traerá buenas consecuencias, así que tanto si los fracasos son propios como ajenos, los toman con calma. Lo mismo les ocurre con el éxito. Si tienen algo que celebrar, lo harán, pero no se volverán altaneros.


Son generosos

Comparten su sabiduría y sus recursos. Ellos ya han triunfado y les gusta rodearse de gente que también quiere hacerlo. No son avariciosos y comparten su éxito con los demás. Ellos ya son buenos, ¿por qué no van a dejar al resto que lo sea?


Son íntegros

Sus palabras se corresponden con sus acciones. Cuando los líderes emocionalmente inteligentes dicen algo, es porque lo hacen o podrían hacerlo. Si cambian de opinión, se encargaran de hacer que sus actos también cambien, no sólo sus palabras.


Son capaces de "leer" a la gente

Con sólo ver la cara o los gestos de una persona ya saben más o menos por dónde ir en su trato con ella. Ven más allá de la propia apariencia y adaptan su comportamiento para no dejar de ser ellos pero tampoco incomodar a su interlocutor.


Detectan y aprecian el potencial

Esto tiene mucho que ver con el punto anterior. Son capaces de leer a las personas y también de detectar su talento, lo cual ayuda mucho a la hora de dirigir a su equipo: saben sacar lo mejor de cada persona.


Tienen algo que decir 

Su discurso no es plano y frío. Siempre tienen algo que contar, aunque sea una anécdota, que ayude a comprender el por qué de sus acciones. No hablan por hablar, tienen un discurso, pero ese discurso está fundamentado.

Fuente del Artículo:forbes.es





No hay comentarios:

Publicar un comentario